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Cómo hacer una revisión sistemática para una investigación

Si sos estudiante de Ciencias de la Salud y tenés que hacer una revisión sistemática, estás en el lugar indicado. Acá te contamos de qué se trata y cómo hacerla. También, te especificaremos los ítems para aplicar el método PRISMA.

Así que prestá mucha atención y tomá nota de cada detalle.

 

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¿Qué es una revisión sistemática?

Si te encontrás estudiando alguna carrera del área de Salud, seguro has oído hablar de este tipo de investigación. Ahora bien, todavía no habías tenido que hacer una. Y, en este preciso instante, te preocupa cómo afrontarla.

¡No te preocupes!

Primero, veremos una definición de esta tipología. Para, luego, acercarnos a los pasos a seguir para su elaboración adecuada.

En líneas generales, una revisión sistemática es un documento científico y sintético que permite conocer cuál es el estado actual acerca de un tema de salud. 

Para complejizar un poco más, el Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria ofrece la siguiente definición de revisión sistemática.

Una fuente de evidencia que surge de un riguroso proceso precedido por el armado de un protocolo que explica minuciosamente la metodología, los criterios y el plan de análisis. De hecho, las revisiones sistemáticas se posicionan en la cúspide de la pirámide de la evidencia y constituyen un recurso indiscutible para la toma de decisiones en salud. (IECS, 2020).

Además, podemos agregar que se caracterizan por brindar descripciones del proceso de elaboración. Todo esto expuesto de una manera clara, técnica y concisa. A su vez, permite recolectar, seleccionar y evaluar críticamente. También posibilita resumir la evidencia existente en relación con la efectividad de un tratamiento, su diagnóstico, etc. (Moreno et al., 2018). 

Cómo hacer una revisión sistemática: paso a paso

Ya tenés una idea de qué se trata una revisión sistemática. Así que metamos turbo y avancemos un poco más.  

A la hora de elaborar la tuya, es importante que sigás una serie de pasos para tu proceso investigativo. En este sentido, Moreno et al. (2018) identifica, por lo menos, cinco etapas para su desarrollo. Veamos cuáles son.

1. Planteamiento de la pregunta estructurada

Cada investigación tiene como punto de partida un interrogante que el especialista buscará responder. Debe formularse de forma clara y precisa. También debe estar orientada a outcomes clínicamente significativos para el paciente.

Al mismo tiempo, esta pregunta debe constituirse por cinco elementos fundamentales. Los listamos a continuación. 

  • Población. Definición de un grupo determinado. Los factores o criterios que se tienen en cuenta para su establecimiento pueden ser: edad, sexo, raza, etc. Incluso, puede ser útil detectar alguna condición común que sea de especial interés para el estudio.  
  • Intervención. Procedimiento que se desea estudiar. 
  • Comparación. Intervención (o ausencia de ella) con la que se establecerá la comparación. 
  • Outcome. Evento clínico o desenlace de la intervención investigada.
  • Tipo de estudio. Si se trata de preguntas de terapia, corresponden a ensayos clínicos aleatorizados. 

Esta estructura está basada en el enfoque PICO. Y permite establecer el esquema de la pregunta y los conceptos con los que se realizará la búsqueda.

Por supuesto, la orientación de tu pregunta estará orientada por el enfoque que utilicés en tu revisión sistemática. 

2. Búsqueda en base de datos

Antes que nada, se deben definir los criterios de elegibilidad según el enfoque escogido y los tipos de estudio que se incluirán.

Luego, se explicitará la estrategia de búsqueda para la detección de artículos, así como en dónde. Además, deberá establecerse a priori la metodología, lo que facilitará la reproducibilidad del trabajo.

El proceso debe realizarse del modo más objetivo posible y con la reducción máxima de sesgos.

3. Selección de artículos

Una primera selección se llevará a cabo a partir de los títulos y resúmenes para identificar la información elegible. Una vez establecidos, se analizarán en su totalidad.

Este análisis debe estar orientado a la pregunta clínica previamente formulada en la revisión sistemática. También, podés especificar los criterios por los que no se eligieron determinados artículos.

4. Extracción de datos

Con los artículos seleccionados y analizados, se buscarán los datos que necesitamos extraer. De nuevo, en función de la pregunta planteada. Esta información puede ser, por ejemplo:

  • Cómo se realizó el estudio.
  • Quiénes y cuántos participaron.
  • Cuál fue la intervención.
  • Qué resultados se obtuvieron.
  • Cuáles fueron las fuentes de financiamiento, si las hubiere, etc.

Estos datos se tabularán en formularios de recolección, confeccionados para tal fin.

Otro factor a evaluar es el riesgo de sesgo en los artículos. Esto se debe a que la validez de las conclusiones dependerá de que las fuentes primarias sean confiables.

5. Análisis estadísticos

Los resultados que se obtuvieron en cada artículo se pueden comparar y resumir. Esto se lleva a cabo mediante la aplicación de análisis estadísticos.

En este sentido, el método más utilizado en este tipo de estudios son los meta-análisis. Según los autores, este método corresponde a:

“un análisis estadístico de los resultados de estudios independientes que generalmente intenta producir un estimador único del efecto de la intervención estudiada” (Moreno et al., 2018).

Ya tenés toda la información para comenzar con tu revisión sistemática. Ahora veremos un método con el que podés realizarla.

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Método o guía PRISMA para revisiones sistemáticas

Para efectuar correctamente tu revisión sistemática, es importante que conozcas la guía PRISMA. Así que vamos a presentarte este método que podés utilizar para hacer la tuya.

PRISMA se trata de uno de los métodos más usados y exhaustivos en la actualidad. Es un conjunto mínimo de elementos que se basa en evidencias.

Su objetivo es la presentación de informes sobre revisiones sistemáticas y meta-análisis. También, es útil para realizar una valoración crítica sobre estas.

A su vez, PRISMA está constituido por una lista de verificación de 27 ítems y un diagrama de flujo. Cabe mencionar que se constituye de un documento que cambia continuamente y que evoluciona en base a la aparición de nuevos datos. Por lo que es crucial que estés actualizad@ siempre con respecto a su última versión. En este caso, corresponde al año 2020.

En la página oficial de PRISMA encontrarás cada uno de los elementos que debe tener tu revisión sistemática.

A continuación, enumeramos algunos de los primeros ítems que tenés que considerar.

1. Título. Identificar la publicación como revisión sistemática.

2. Resumen. Facilitar un resumen estructurado. Este debe contener, según corresponda:

  • Primero, antecedentes.
  • Segundo, los objetivos.
  • Tercero, fuentes de los datos.
  • Criterios de elegibilidad de los estudios.
  • Participantes e intervenciones.
  • Evaluación de los estudios y métodos de síntesis.
  • Los resultados.
  • Limitaciones detectadas.
  • Conclusiones e implicaciones de los hallazgos principales.
  • Por último, el número de registro de la revisión sistemática.

Introducción de la revisión sistemática

3. Justificación. Describir la justificación de la revisión en el contexto de lo que ya se conoce al respecto sobre el tema.

4. Objetivos. Plantear de forma explícita las preguntas que sea desea contestar en relación con los participantes, las intervenciones, las comparaciones, los resultados y el diseño de los estudios.

Métodos para la revisión sistemática

5. Criterios de elegibilidad. Especificar los criterios de inclusión y exclusión para la revisión y cómo se agruparon los estudios para la síntesis.

6. Fuentes de información. Explicitar todas las bases de datos, registros, sitios web, organizaciones, listas de referencia y otras fuentes buscadas o consultadas para identificar estudios. Además, se debe especificar la fecha en la que se buscó o consultó por última vez cada fuente. 

7. Estrategia de búsqueda. Presentar las estrategias de búsqueda completas para todas las bases de datos, registros y sitios web, incluidos los filtros y los límites utilizados.

8. Proceso de selección. Detallar los métodos utilizados para decidir si un estudio cumplía los criterios para la inclusión de la revisión, incluidos cuántos revisores examinaron cada registro y cada informe recuperado, si trabajaron de forma independiente y, si procede, los detalles de las herramientas de automatización utilizadas en el proceso. 

9. Proceso de recopilación de datos. Especificar los métodos utilizados para recopilar los datos de los estudios. Incluido el número de revisores que recopilaron datos de cada informe, si trabajaron de forma independiente, los procesos para obtener o confirmar datos de los investigadores del estudio. Y, si procede, los detalles de las herramientas de automatización utilizadas en el proceso. 

10. Lista de datos. Enumerar y definir todos los resultados y demás variables para los que se buscaron los datos. 

 

11. Estudio y valoración del riesgo de sesgo. Especificar los métodos usados para evaluar el riesgo de sesgo en los estudios incluidos. También los detalles de las herramientas, cuántos revisores evaluaron cada estudio. Y también si trabajaron de forma independiente. 

12. Medidas de efecto. Especificar para cada resultado cómo se midió el efecto. Por ejemplo, relación de riesgo, diferencia media, etc.

13. Métodos de síntesis. Describir los procesos y métodos utilizados para decidir qué estudios eran elegibles para cada síntesis. 

14. Informar de la evaluación del sesgo.

15. Evaluación de la certeza. Describir cualquier método utilizado para evaluar la certeza en el cuerpo de evidencia para un resultado.

NOTA

Estos son los primeros 15 de los 27 elementos incluidos en la guía PRISMA. Para acceder a todos los ítems, ingresá acá. En el sitio, encontrarás la checklist traducida al español y disponible para su descarga.

Si estás buscando una asesoría integral para la elaboración de tu investigación, consultá por nuestros servicios.

Así que manos a la obra. Y empezá hoy mismo tu trabajo.

¡Esa revisión sistemática no se hará sola!

Referencias bibliográficas

Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria. (2020, 31 de octubre). ¿Por qué una revisión sistemática es una investigación científica?

Moreno, B., Muñoz, M., Cuellar, J., Domancic, S. & Villanueva, J. (2018). Revisiones Sistemáticas: definición y nociones básicas. Revista clínica de periodoncia, implantología y rehabilitación oral, 11(3), pp. 184-186. https://dx.doi.org/10.4067/S0719-01072018000300184 

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