La ayuda que necesitás para hacer tu ensayo
Los proyectos académicos como lo son los ensayos o las tesis suelen ser complejos para los estudiantes que no tienen la experiencia ni el tiempo suficiente. En el artículo, te vamos a contar qué es, para qué sirve, cuáles son sus características, cómo se estructura, además de consejos y recomendaciones para poder ayudarte a hacer un ensayo. ¡Seguí leyendo para más detalles!
¿Qué es un ensayo?
Un ensayo es un texto escrito en prosa, de carácter subjetivo. Esto quiere decir que tiene cierta función narrativa o asociada a la narración.
Además, suele ser breve, de no más de 20 páginas. No obstante, es cierto que existen libros enteros que se inscriben predominantemente en este género y podrían considerarse un ensayo extenso.
En relación con su contenido, el autor o autora expondrá su punto de vista sobre algún tema concreto y específico. A partir de los argumentos que esgrima, intentará convencer a sus lectores de su perspectiva.
Por lo tanto, podríamos decir que su objetivo es persuadir a otros. Y no lo hará solo a través del planteo de argumentos claros y consistentes, sino que también tendrá a disposición todas las estrategias estilísticas, retóricas y discursivas ligadas a la creatividad.
Por esta misma razón, el ensayo es considerado uno de los géneros más libres. Esto es, en donde la capacidad imaginativa toma la delantera a la mera argumentación.
Con respecto a las temáticas que aborda, estas pueden ser múltiples y diversas. Desde un ensayo sobre fútbol, una obra literaria, un evento político y hasta cuestiones coyunturales, de salud, entre otras.
¿Cómo se estructura un ensayo?
Así como todo trabajo de investigación, el ensayo también posee una estructura general que debés respetar a pesar de su carácter más libre y creativo.
En este sentido, la clave está en que puedas organizar la información en diferentes apartados. Cada uno de estos cumple una función principal y orienta el esquema del contenido. A continuación, te ayudamos con cuáles son las partes que integran un ensayo y en qué consiste cada una.
Título del ensayo
Lo recomendable es que, en pocas palabras, pueda expresar y condensar el tema general. Mientras más claro y atractivo sea, mejor será su recepción e interés de seguir leyendo.
Resumen
Este apartado sirve para que el lector pueda ubicarse en relación con el tema y los argumentos fundamentales. Se caracteriza por ser conciso. Por lo tanto, te recomendamos que no tenga más de 200-300 palabras.
No obstante, no siempre es necesario que lo incluyas. Dependerá de si querés captar a quien lee desde el inicio del texto o utilizar otras tácticas discursivas alternativas.
Introducción
Es la apertura del ensayo propiamente dicho. En ella, el autor o la autora ofrecerá la temática, por qué la abordará, los problemas o dificultades que plantea, un adelanto hacia a dónde apuntará con su exposición. En consecuencia, acá tenés que condensar la mayor cantidad de información sin sobrecargarla de datos o detalles.
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Contenido o desarrollo
Se constituye a partir de los argumentos esgrimidos en función de la perspectiva que se presentará. En términos generales, se trata del cuerpo textual o el corazón del texto, en la medida que contiene el desarrollo principal que sustentará tu ensayo. En esta parte, se desplegarán todas las estrategias creativas y retóricas orientadas a reforzar los argumentos y la postura que se defenderá.
Conclusiones o consideraciones finales
En esta última sección se exponen los hallazgos más importantes del proceso. Además, el autor o la autora enfatiza su opinión personal y crítica. También, suele incorporar algún elemento atractivo para finalizar. Por ejemplo, un fragmento literario de algún autor reconocido que apoye el punto de vista central.
Tips y recomendaciones para escribir tu ensayo
No es que exista una fórmula única que te ayudará para la escritura de tu ensayo. Sin embargo, algunos hábitos y tips pueden servirte para ponerla en práctica. Te explicamos paso a paso cómo empezar:
- Elegir un tema que nos interese será de gran ayuda para ponerle pilas a nuestro ensayo.
- Investigarlo a fondo, consultando y seleccionando todas las fuentes que nos permitan exponer nuestro punto de vista.
- Escribir la tesis de nuestro ensayo, de manera clara y concisa. Una vez que sepamos cuál es, podremos desglosarla y argumentarla a lo largo del texto.
- Redactar varios títulos que condensen el tema y la tesis hasta encontrar el más adecuado.
- Releer o leer obras literarias que nos hayan gustado o ensayos de otros autores. Esta práctica nos permitirá tener más recursos de estilo a la hora de escribir.
- Redactar la introducción sintetizando los elementos más importantes que desarrollaremos luego. Es decir, la tesis, una síntesis de los argumentos, cómo se abordará el tema, etc.
- Visualizar cuál será nuestra conclusión. Edgar Allan Poe (1809-1849), uno de los más grandes escritores de ficción, decía que no podía escribir un cuento si no sabía antes cómo sería su desenlace. En este sentido, si tenemos de antemano una idea de cómo cerraremos nuestro texto, llegaremos más fácil y coherentemente al final. ¡Este tip es infalible para la ayuda de tu ensayo!
- Distinguir y separar por párrafos cada uno de los argumentos, con su consecuente desarrollo.
- Elegir las estrategias discursivas y estilísticas adecuadas para cada caso. Por ejemplo, si queremos establecer una comparación, podemos utilizar una analogía.
De este modo es que podés comprender que, a la hora de sentarte a escribir tu ensayo, es fundamental poder contar con estos pasos previos para hacerlo correctamente.
Te damos ejemplos de ensayos
Avancemos un poco más. Ya es momento de poner en práctica todo lo que has aprendido a lo largo de este artículo. Queremos que tu ensayo sea único y, por eso, es importante que recibas toda la asesoría necesaria.
Nuestra recomendación general es que empieces a buscar ejemplos de ensayos que te ayudarán a materializar el tuyo. En general, podés encontrar secciones dedicadas a ensayos en diarios (por ejemplo, secciones sobre cultura) y en revistas especializadas.
A esta altura, es crucial que tengas al menos alguna idea sobre qué podría tratar. No hace falta que ya tengas en claro todo, sino apenas en qué temática más general se inscribirá. De este modo, te será más fácil saber a qué tipo de ensayos tenés que apuntar con tu lectura.
A continuación, vamos a darte algunos ejemplos concretos de ensayo que pueden serte de gran ayuda. Por un lado, te permitirán acercarte a la escritura ensayística desde diversos autores y ejes temáticos. Por otro lado, podrás identificar cómo se organizan y cuáles son sus argumentos fundamentales.
También, al final de este artículo encontrarás los ensayos completos disponibles virtualmente, en el apartado de referencias bibliográficas. Si usás alguno para el tuyo, no olvidés citarlo adecuadamente.
¡Así que a ejercitar! Veamos las ayudas que te damos como ejemplos para tu ensayo.
Primera ayuda: Ensayo sobre cultura coreana
1988. Un grupo de cinco amigos de un barrio marginal al norte de Seúl viven los cambios de la adolescencia mientras el país atraviesa un proceso de democratización después de 30 años de un gobierno autoritario y se prepara para los Juegos Olímpicos de Verano. […] Afuera de los estadios, las protestas de trabajadores y estudiantes copan las calles de Seúl. Denuncian la corrupción política y la explotación laboral en un país que todavía ni siquiera conoce el régimen jubilatorio.
En medio de la pobreza y la solidaridad de los vecinos del barrio, los cinco amigos practican coreografías de moda y leen mangas de Dragon Ball, se enamoran, eligen universidades y algunos se suman a las protestas. En los cines se estrena Chilsu y Mansu […], una película que muestra por primera vez y de forma masiva la contradicción del crecimiento económico exponencial y las brechas de desigualdad social que comenzaban a consolidarse. Los amigos del barrio ven la peli pirateada en un VHS en el living del chico con la mejor tele.
Todas estas escenas son de Reply 1988, un K-drama de 20 capítulos que se estrenó en 2015 y rompió récords de audiencia, con una narrativa […] de un momento bisagra en la historia de Corea del Sur. Este -1988- es el año del puntapié inicial en la búsqueda de una narrativa internacional que lo posicione como un país potencia, una política que tomará forma en los noventa con el Hallyu o la ola coreana. Treinta y tres años después, Netflix estrena El juego del calamar. En pocas semanas se convierte en la serie más vista en la historia de la plataforma.
La cultura coreana de exportación está hoy en la cresta de la ola. Un país que pareciera poder contarse a través de sus dramones. (Cirelli, s.f., para. 1-4).
Segunda ayuda: Ensayo sobre la serie «El reino» (2021)
El reino, serie original de Netflix y escrita por Claudia Piñeiro y Marcelo Piñeyro, levanta la temperatura de una audiencia que ya venía caldeada por el enfrentamiento entre pañuelos verdes y celestes por la despenalización del aborto.
La serie causó revuelo en las comunidades evangélicas (o protestantes, el término refiere a lo mismo) y produjo intervenciones públicas para explicar “cómo son realmente los evangélicos”. La iglesia aparece como un cenáculo lujoso que esconde millones de dólares en sus paredes, se hacen exorcismos a falsos endemoniados que tienen el torso desnudo (en un ritual que remite más a una secta satánica que a una iglesia protestante). El pastor (Diego Peretti) y la pastora (Mercedes Morán) son seres sombríos, ocultan secretos y son autoritarios hasta con los miembros de su congregación. Un verdadero pastor nunca es autoritario, lo sé porque crecí en una comunidad evangélica. Al contrario: es agradable, organiza asados y hace bromas si ganó Independiente. Si esconde algo no lo revela en su mirada. En cambio, en El reino, el pastor Emilio dice cosas como: “No tengo respuesta para tanto odio”. (Nardi, s.f., para. 1-2).
Tercera ayuda: Ensayo sobre Simone de Beauvoir
Es, más o menos, célebre la frase con la que Sartre la convoca a Beauvoir a poco de conocerse –cuando ambos acaban de aprobar su examen en la Sorbonne–: «A partir de ahora, la tomo entre mis manos» (Beauvoir, 1989, p. 345). Esa promesa, siendo al mismo tiempo un mandato, que Simone elige no vivir como amenaza sino tensamente como destino, se articula en la autobiografía –que ella comienza a publicar a fines de los años cincuenta– a modo de clausura de la etapa inicial de su vida (primer volumen) y apertura de la siguiente (segundo volumen).
Las Memorias de una joven formal (1958) serán continuadas por La fuerza de la edad, (1960) y La fuerza de las cosas (1963) y, de otro modo, por Final de cuentas (1972) pero también por el ensayo La vejez (1970), La ceremonia de los adioses (1981) y Cartas al Castor (1983), más tarde. (Mizraje, s.f., para. 4-5).
Referencias bibliográficas
Cirelli, N. (s.f.). Seúl no es un K-drama. Anfibia.
Mizraje, M. G. (s.f.). Se toma entre sus manos. Anfibia.
Nardi, P. (s.f.). El reino: el diablo es la política. Anfibia.
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