Todo lo que necesitás saber sobre los organigramas verticales

La ordenanza nunca viene mal, y menos en los trabajos empresariales o trabajos universitarios, como una tesis o ensayo. Si estás buscando información sobre los organigramas y no encontrás nada, estás en el lugar correcto. En este artículo te vamos a explicar qué es un organigrama vertical, para qué sirve y cómo hacerlo para tu empresa, más un ejemplo.

Primero lo primero: ¿Qué es un organigrama? 

Al igual que un organigrama, o mapa conceptual, este artículo es ordenado. Así que vamos a empezar explicando qué es un organigrama común y corriente. Se lo define como una representación visual y jerarquizada de procesos o grupos dentro de una empresa y organización. 

En definitiva, sirven para establecer la cadena de mando de cada área, es decir, quienes supervisan las tareas y actividades. Además, organizan los niveles jerárquicos de múltiples sectores, como lo puede ser recursos humanos. 

¿Qué es y para qué sirve un organigrama vertical?

El organigrama vertical de una empresa se caracteriza por ser exactamente la representación jerárquica de una empresa de arriba a abajo. Esto en clara referencia de qué, como podés deducir al verlo, los niveles más altos tienen control sobre los inferiores. 

Los organigramas verticales tienen como principal ventaja que te permiten aclarar cuál es la autoridad en la empresa y cómo se van a establecer las estructuras organizativas. Adicionalmente, es el que más conocen los empleados. 

Lo malo, o desventajoso, es que no promueve una buena comunicación entre áreas ni incentiva al empleado a aportar ideas nuevas. 

¿Cómo hacer un organigrama vertical?

Para poder hacer correctamente un organigrama vertical, tenés que seguir correctamente los siguientes pasos: 

• Tenés que investigar y definir quién es quién. Básicamente, establecer los puestos, prioridades y áreas de la empresa u organización donde trabajes. De ese modo vas a tener un panorama más claro a la hora de jerarquizar.
• Delimitá y agrupá los niveles de autoridad, más específicamente si se trata de una empresa grande y muy numerosa en cuanto al personal. 
• El paso final es, como es obvio, hacer el organigrama vertical. Lo más recomendable es que optes por un diseño sencillo e intuitivo, para que todo aquel que lo vea lo entienda al instante.

Para su diseño, existen muchos programas online, o bien podés usar Excel SmartArt o Cmap Cloud. 

Diferencias con el organigrama horizontal

Como también sabés, existen los organigramas horizontales. Las diferencias, más allá de que uno va de arriba hacia abajo y el otro de izquierda a derecha, es la función que cumplen dentro de una organización.

La principal distinción es que uno se orienta a afianzar la relación, clima laboral y comunicación entre todas las áreas (el horizontal), Mientras que, el vertical, busca dejar en claro la jerarquía y se centra en la rentabilidad de la organización. 

En definitiva, se establece claramente el objetivo de cada tipo de empresa. Lo interesante resulta ser que, a consecuencia de esto, surgieron los organigramas mixtos. 

Organigrama Mixto

El organigrama mixto nació justamente de esa dicotomía sobre qué organigrama, o mapa conceptual, debe usar una empresa. Lo lógico es que toda empresa busca ser rentable y generar ingresos, y también es obvio que eso se logra de mejor forma si tus empleados se sienten cómodos y así las áreas de trabajo pueden ser articuladas a la hora de colaborar entre sí. 

Los organigramas mixtos vieron a ponerle fin a eso, porque establecen una estructura que toma características de los verticales y horizontales y los aplica como uno. En este caso, la jerarquía sigue existiendo, pero se traza una cierta flexibilidad a la hora de desempeñar las tareas de los empleados y sus oportunidades de aportar nuevas ideas. 

Ejemplo de organigrama vertical 

Este es un claro ejemplo de organigrama vertical, donde podés observar cómo existe una línea que marca la autoridad y jerarquía de la empresa: 

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