¡Te ayudamos con tus ejemplos de argumentos para tesis!
Te compartimos ejemplos de argumentos, un tema esencial para tu tesis. ¿Sabés qué es un argumento? ¿Cuántos existen? ¿Para qué sirven? En este post aprenderás todo lo que necesitas saber para que los apliques correctamente.
¿Qué es un argumento?
Para empezar, veamos qué dice la RAE. Un argumento es un “razonamiento para probar o demostrar una posición, o para convencer de lo que se afirma o se niega”. En otras palabras, se trata de fundamentar una opinión para demostrar su validez o falsedad. Así, un argumento es efectivo cuando convence o persuade a otra persona. Quien emite el argumento logra hacer que su interlocutor cambie de opinión y de postura.
En un texto argumentativo, ya sea de la longitud de una tesis o un ensayo o un artículo de opinión breve, se busca fundamentar y defender una postura dando argumentos consistentes, confiables y coherentes.
Ejemplos de argumentos: su importancia en la tesis
Es esencial que los tesistas sepan argumentar. Así, para darte ejemplos de argumentos, podés pensar en la defensa de tu hipótesis de trabajo. ¿De qué modo convencerás a tus lectores de que es válida? ¿Cómo sustentarás las ideas de tu tesis? ¿De qué manera apelarás a tus lectores?
Existen múltiples maneras de fundamentar y argumentar. Por eso, el tesista, para que su tesis esté bien hecha, utiliza recursos argumentativos. El objetivo es defender su opinión de diferentes maneras para llegar a todos los lectores. Es decir, se trata de apelar a distintos aspectos para ser más convincente.
Sin embargo, no solo en las tesis se argumenta. Ejemplos de argumentos también se dan en conversaciones cotidianas, en debates públicos y discursos políticos, en publicidades, en folletos de ventas de servicios, etc.
Un texto argumentativo siempre supone un lector, puesto que los argumentos se crean en función de él. Es decir, quien escribe debe conocer quiénes son sus potenciales lectores para elegir las estrategias argumentativas que piensa que más los conmoverá.
Por ejemplo, una tesis tiene como interlocutores, principalmente, a los docentes. Por lo tanto, el alumno debe considerarlos para argumentar. O, en el caso de anuncios publicitarios, las empresas estudian a los potenciales receptores y consumidores para argumentar en función de ellos.
En definitiva, con una buena argumentación acompañada de una correcta redacción académica, tu tesis ganará consistencia y credibilidad.
Tipos y ejemplos de argumentos
Veamos los tipos de argumentos que existen. Así, cuando ya tengas tu argumento, tenés que detenerte a pensar de qué manera te conviene expresarlo para que tenga mayor contundencia y repercusión. En otras palabras, cuál es la forma más eficaz de transmitir tu argumento para lograr tu objetivo.
Te compartimos los argumentos más importantes.
Argumento por analogía
Establece una relación de semejanza entre dos premisas. Se las compara para, después, concluir que la premisa que se quiere defender es similar a la otra y que funciona del mismo modo. Ejemplos de este tipo de argumentaciones: “Mi abuelo y mi padre son buenos jugando al fútbol. Probablemente mi hermano también sea bueno jugando al fútbol”.
Por experiencia
Se trata de defender o rechazar ideas con argumentos nacidos de experiencias personales. Por ejemplo: “El producto de limpieza X dañó irreparablemente el piso de mi cocina. Seguramente cualquier producto de esa marca sea malo”.
Argumento de autoridad
En este caso, se trata de un argumento muy utilizado en los textos académicos. Se defiende una opinión sustentándola con la de alguien que es un referente en la disciplina. Por lo tanto, el argumento gana seriedad, formalidad y credibilidad, ya que el escritor adhiere a una idea de alguien destacado y reconocido. Ejemplos de este tipo de argumentos: “Según la Organización Mundial de la Salud, en Centroamérica muere un niño por desnutrición cada 24 horas”.
Por lo general, para ganar contundencia, se cita de manera directa las palabras de la persona referente. Así, en estos casos, se llama “cita de autoridad”.
Argumento deductivo
Se concluye una idea a partir de unas premisas generales. Así, se va de lo general a lo particular. Por ejemplo: “Todos los hombres son mortales. Sócrates es un hombre. Sócrates es un hombre. Luego, Sócrates es mortal”.
Por ejemplificación
Busca defender una postura mediante ejemplos. Por ejemplo: “Las dictaduras militares son racistas. Por ejemplo, en el régimen Nazi Alemán y en el régimen fascista italiano”.
Argumento de hecho
Se intenta demostrar la opinión a través de hechos observables. Ejemplos de argumentos de este tipo: “Hoy fue el día más frío del año, hizo 15° bajo cero”.
Con contraejemplo
En este caso, se trata de un argumento muy importante para trabajos como tesis o textos argumentativos en general. Esto se debe a que incluye en él las posibles contestaciones que podrían servir para refutar la idea de quien escribe.
Se presenta una idea que contradice a la hipótesis del autor y después, a través de diferentes técnicas argumentativas, se demuestra por qué esa idea es falsa y debe refutarse. Es conveniente utilizar este tipo de argumentación ya que previene futuras objeciones.
Argumento de causa-consecuencia
Se explicitan las causas y consecuencias de un suceso para demostrar su relación. Ejemplos de este tipo de argumentos: “Si comes azúcar en exceso, te saldrán mal los análisis de sangre”.
Por ironía
Se trata de un recurso más elaborado y que hay que usar cuando se tiene la seguridad de que será comprendido. Consiste en dar una idea opuesta a la que se defiende con un tono particular, mediante el cual el lector comprende que es mentira. Se utiliza más en la oralidad.
Argumento por cifras o datos estadísticos
Mediante números objetivos, se da consistencia y credibilidad a una idea. Ejemplos de este tipo de argumentos: “El porcentaje de pobreza ascendió al 40%. Esto significa que cada vez las condiciones sociales son peores”.
Argumento de reformulación
En este caso, el autor desea insistir en algún punto importante de su exposición. Así, se repite de distintos modos un concepto o idea particular. Se utilizan conectores como: es decir, en otras palabras, o sea, dicho de otra manera, etc.
Inductivo
A partir de premisas particulares, se inducen conclusiones generales. Así, se explica que un aspecto de las primeras, también se encuentra en otras. Se va de lo particular a lo general. Ejemplos de este tipo de argumentos: “Carlos es brasilero y sabe bailar. Juana es brasilera y sabe bailar. José es brasilero y sabe bailar. Probablemente, todos los brasileros sepan bailar”.
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